El tenor Josep Carreras cuenta una anécdota en un libro del periodista Marcel Gorgori que refleja muy bien cuánto ha cambiado la ópera en 40 años.

Este es un tema que nos encanta.

Cómo la ópera se va adaptando a los tiempos.

A veces a mejor y otras a peor, pero es ley de vida.

Carreras iba a hacer su debut en la Scala de Milán con el papel de Riccardo de Un ballo in maschera de Verdi.

Conocía al gran tenor Giuseppe di Stefano de hacía algunos años, cuando Carreras había ganado el concurso de Parma de canto en 1971, pero fue cuatro años después, en Milán, cuando el famoso tenor invitó a Carreras a comer a su casa y se inició una amistad que duraría toda la vida.

Estamos hablando de 1975, año en el que Di Stefano ya no cantaba tanto porque había tenido sus mejores años en la década de los 50 y 60, pero que era una institución en el mundo de la ópera (y el tenor al que Carreras adoraba desde joven).

Bueno, pues días más tarde de esta comida, Di Stefano fue a ver el ensayo general (el ensayo último antes de la función) y vio a Carreras con un vestido que parecía un payaso:

-¿Dónde vas con ese vestido?- dijo Di Stefano.

– Es el que me han puesto- respondió Carreras.

– Ven a mi casa mañana y a ver qué encontramos- dijo Di Stefano.

Carreras fue a casa de Di Stefano al día siguiente, entraron en una habitación y… ahí estaban todos los vestidos que había llevado el famoso tenor durante toda su carrera.

El caso es que Di Stefano buscó el vestido de Un ballo in maschera, lo cogió  y le dijo a Carreras: -Este el que vas a llevar mañana en tu debut.

Y así fue como Carreras debutó en la Scala de Milán el 13 de febrero de 1975 con el mismo vestido que había llevado Di Stefano años atrás cuando cantó la misma ópera con nada más y nada menos que con la Callas.

Esto hoy en día sería impensable porque cada producción tiene su vestuario, pero antes cada solista llevaba su propio vestido y es el que empleaba cada vez que cantaba la misma ópera, por eso Di Stefano tenía todos los de su carrera.

También es verdad que las producciones eran muy clásicas y en cada ópera se respetaba la época en la que estaba ambientada, al contrario de lo que ocurre hoy en día…

¡Que pases un gran día!

Elisa y Daniel

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