De todas las cosas que detestaba Verdi, había una que destacaba por encima de todas: que le cortaran alguna parte musical de sus óperas.

Cada vez que estrenaba una obra estaba encima de la producción en todos los aspectos.

Musicalmente, era inflexible con los cantantes, como documenta la soprano Barbieri-Nini en sus memorias, en las que dice que en los ensayos de Macbeth, el dúo con el barítono lo repitieron 150 veces en los ensayos.

Incluso el día del ensayo general, con el teatro lleno, les hizo ensayar el dúo una última vez.

El barítono casi lo mata…

Pero si era exigente con su música, también lo era con la escena, con los decorados, con el vestuario y con todo lo que tenía que ver con la producción.

Cuando se reponía una de sus óperas en otros teatros intentaba estar para controlar todo esto pero, a medida que su fama creció, fue imposible estar en todos lados.

Y aquí es donde Verdi se desesperaba.

Le llegaban noticias de que en tal o cual teatro habían cortado un aria, que si en otro teatro habían suprimido un acto entero o que si en otro sitio querían hacer su requiem ¡¡¡con Banda!!!

Hoy en día es normal hacer cortes musicales en las óperas, sobre todo en las óperas belcantistas.

No es lo ideal, pero se hace.

Sí que es verdad que, por ejemplo, hay óperas de Donizetti, donde los finales no acaban nunca, cansando demasiado a los solistas y hay unos cortes tradicionales que se suelen hacer.

Y eso nos lleva a preguntarnos: ¿Los solistas tenían más aguante que ahora o es que se era un poco más permisivo con ellos?

Chi lo sá?

Un sitio donde también se suele cortar algo de música es en las cabalettas.

¿Que qué son las cabalettas?

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¡Que pases un día muy feliz!

Elisa y Daniel

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